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Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos

Responsabilidad social

Responsabilidad social y Valor socioeconómico
Objetivos del MEP y costes regulatorios

Los ciudadanos europeos han decidido que la agricultura de la UE debe seguir el Modelo Europeo de Producción (MEP), y apuestan así por la sostenibilidad, la seguridad alimentaria, la sanidad y el bienestar animal. Los productores españoles están comprometidos con estos objetivos y los asumen como parte intrínseca de su visión empresarial y de su responsabilidad social.

Para que el sector sea sostenible (social, económica y medioambientalmente) el MEP debe garantizar la continuidad de la actividad en España y en la UE. Deben por ello hacerse compatibles la sostenibilidad productiva y medioambiental con la social (generación de desarrollo en el entorno y atención a las demandas de los ciudadanos) y la económica, ya que la actividad tiene que ser viable para los avicultores y sus empresas para dar continuidad al Modelo.

Como ejemplo, las regulaciones sobre bienestar de las gallinas ponedoras. La demanda social impulsó la publicación de la Directiva 74/1999 sobre normas mínimas de protección de las gallinas ponedoras. La adaptación de las granjas a las normas mínimas supuso para el sector español unos 600 millones de euros de inversiones. Este es el mayor coste regulatorio derivado del MEP (en torno al 10% de los costes de producción del huevo en 2015). Los sobrecostes del MEP son un 16% del coste de producción básico del huevo comunitario (en el sistema más barato, la jaula acondicionada).

Es responsabilidad del conjunto del sector del huevo que los ciudadanos comunitarios estén informados sobre cómo se aplica el MEP a lo largo de la cadena, y que entiendan las diferencias con los modelos productivos de otros países y defiendan sus ventajas para la sociedad.

Los productores de huevos de países terceros que no aplican el Modelo Europeo no tienen los mismos costes productivos. Como se ve en el siguiente gráfico, las regulaciones medioambientales (directivas sobre el control de las emisiones de amoníaco y de nitrógeno), de sanidad animal y seguridad alimentaria (reglamento sobre el control de las zoonosis – salmonela- en gallinas ponedoras), alimentación (regulaciones sobre el empleo de materias primas OGM y sobre el uso de harinas de carne y hueso), y las de bienestar animal (Directiva de protección de las ponedoras, que establece la densidad mínima, las condiciones de las jaulas –solo pueden ser las acondicionadas-, o del recorte del pico), en conjunto suponen un 16% de sobrecoste para la producción de huevos en la Unión Europea.

Gráfico: Costes de producción del huevo de la UE, y detalle de los correspondientes al MEP. Fuente: Horne, P.L.M. van, N. Bondt, 2017. Competitiveness of the EU egg sector, base year 2015; International comparison of production costs. Wageningen, Wageningen Economic Research, Report 2017-062.

Los responsables de las relaciones comerciales y los tratados de libre comercio de la UE con socios que aplican modelos de producción menos exigentes deben defender la viabilidad del MEP. Abrir la puerta del mercado comunitario a las importaciones de huevos y ovoproductos de países que no cumplen los condicionantes del MEP pone en serio riesgo la continuidad del tejido productivo del sector en la UE, y la confianza de los ciudadanos en los alimentos que consume.

El sector productor de huevos de la UE no recibe ayudas directas de la política agrícola comunitaria (PAC) ni tiene garantizados precios de mercado. Las empresas deben por ello ser competitivas para mantener su actividad económica.

Valor socioeconómico

España es uno de los mayores productores de huevos de la UE y aporta en torno al 12% de la producción total comunitaria.

En España hay 1300 granjas de gallinas ponedoras en 2017, que alojan a unos 44 millones de gallinas. El sector del huevo español factura en torno a mil millones de euros anuales y exporta el 12% de la producción de huevos de consumo, a países comunitarios y terceros.

El sector del huevo en España crea y fija empleo en numerosas zonas rurales, generando 15.000 puestos de trabajo directo y 60.000 empleos indirectos. Estos están ligados a fábricas de pienso, producción de cereal, centros de embalaje e industrias de elaboración de ovoproductos, transporte y distribución, servicios de control y prevención sanitaria, de nutrición, de control de calidad y certificación, entre otros.

Las empresas del sector son Pymes españolas, generalmente familiares, que aportan riqueza y trabajo estable en su entorno, actuando como motores de desarrollo económico.

La avicultura de puesta en España compite con la de los países más avanzados. El sector del huevo es líder en innovación y en la implantación de nuevas tecnologías para responder a las demandas normativas y del mercado y ser competitivo. Para ello las empresas invierten continuamente en modernizar las instalaciones de las granjas y centros de embalaje, y también las industrias de elaboración de ovoproductos.

La investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación en el sector del huevo permiten en la actualidad disponer durante todo el año de un alimento sano, muy nutritivo y asequible.

El sector español del huevo es competitivo y contribuye  desde 1995 a mejorar la balanza de pagos española, ya que es exportador neto.